Técnicas Para Entrevista De Trabajo
Considerando que cada entrevistador tiene su propio método para obtener lo que quiere de un candidato a determinado empleo, hay que estar atentos para afrontar siempre estas reuniones con seguridad. Cabe destacarse que en pocos minutos, las entrevistas pueden pasar de la mayor cordialidad a la más paralizante brusquedad, motivo por el cual la naturaleza del trabajador será fundamental a la hora de obtener el puesto, más allá de sus cualidades claro.
Es así que suelen considerarse cinco tipos o técnicas de entrevista. La primera de ellas es denominada “estresante”, en la cual se intenta que el candidato sienta una actitud hostil por parte del entrevistador. Se trata de un método específicamente pensado para probar la reacción de un futuro empleado en momentos de máxima tensión. Allí se recomienda mantener la calma y no ponerse a la defensiva, ya que se trata de sólo una representación.
Luego existe también la entrevista relajada, que puede tener lugar incluso en una comida, con una atmósfera relajada, aunque allí se aprovecha para sacara relucir los puntos más débiles de los candidatos, ya que se confían en sus posibilidades. Se aconseja en estos casos, no realizar demasiadas confesiones sobre la vida privada, escoger una comida con decisión y no salar la misma sin antes probarla.
La entrevista profesional, mientras tanto, muestra un “jefe” serio, que va al grano y muestra gesto adusto. El mismo no demuestra emociones, y mantiene un estilo frío durante el encuentro, buscando encontrar máxima firmeza y una mirada directa a los ojos.
La entrevista intelectual, por caso, apunta a realizarle preguntas de resolución complicada al candidato, para que muestra su capacidad de encontrar soluciones alternativas a los problemas que pueda surgirle, además de conocer sus lógicas de pensamiento.
Por último, la entrevista amigable, busca ofrecerle un ambiente de simpatía al candidato, aunque allí es sencillo soltar la lengua y dejar salir algún secreto que tal vez no sea recomendable. Por eso es bueno seguir siendo cordial pero sin dejarse llevar, manteniendo la distancia y guardando las formas.