¿Qué Actitud Tomar en una Entrevista de Trabajo?
La buena actitud es fundamental para que la entrevista de trabajo sea exitosa. Dependiendo de la actitud dependerá de si la candidatura sigue adelante o no. El tener una buena actitud no significa estar excesivamente sereno o sumiso, todo dependerá del perfil que busque la empresa que desee contratar los servicios de un trabajador.
La Actitud del Entrevistado
La actitud del candidato frente a una entrevista de trabajo es importantísima, si bien es cierto que tener un buen curriculum, formación y experiencia laboral ayuda a que puedan contratarse, si luego en la entrevista presencial no se da la talla será imposible que la candidatura siga adelante.
Hay que esperar si el entrevistador le tutea o no, en el caso de que no le tutee diríjase a él en el mismo modo, o bien pregúntele si prefiere que le tutee o no. Una vez iniciada la entrevista hay que estar bien atento y concentrado ante las preguntas del entrevistador, no interrumpirlo y responder de una forma concisa, clara y segura.
Es recomendable que el entrevistado se haya preparado y conozca algo sobre la empresa y el puesto que se ofrece. Esto será un punto positivo a la candidatura, el entrevistador valora muy positivamente que el entrevistado se haya informado sobre el puesto de trabajo y también sobre la empresa.
Otra de las cosas que tiene mucha importancia y que a veces no nos detenemos en ello es el lenguaje no corporal. Hay que evitar mostrarse arrogante, agresivo y muy directo, pero también dubitativo, desinteresado o angustiado. Lo ideal es mostrarse seguro y confiado en sus posibilidades.
El tema laboral es importante, o casi el más importante, hay que evitar de todos modos profundizar en este tema. Es mejor que el entrevistador lo saque y luego debatir sobre si es o no atractivo.
Estos son algunas de las actitudes y formas de expresarse que debe tener en cuenta el entrevistado en una entrevista de trabajo, llevándolas al pie de la letra se puede lograr que la candidatura tenga mayor peso y por tanto muchas posibilidades de ser contratado.
La Actitud del Entrevistador
NO todos los entrevistadores tienen la misma actitud en la entrevista, los hay que toman una postura más cordial incluso amigable, otros que se muestran más silenciosos y esperan a que el entrevistado tome la iniciativa y se exprese con total libertad y los hay agresivos y más decididos.
Sin duda alguna cuando nos encontramos ante un entrevistador de corte más bien agresivo y directo, que suele presionar al candidato con preguntas molestas intentando encontrar los puntos débiles de éste, hace que las entrevistas acaben siendo muy tensas. Ese es precisamente el clima que busca encontrar el entrevistador, poner a prueba al entrevistado en una situación tensa. Lo mejor en estos casos es mostrarse seguro y confiado, perder los nervios y saber autocontrolarse al máximo.
El entrevistador que opta por realizar una entrevista más cordial y amena, se presenta de un modo muy abierto invitando al entrevistado a que se exprese con la máxima confianza y libertad. Es una manera de entregar totalmente el control al entrevistado y dejando que por momentos hable más de la cuenta. Es obvio que el objetivo del entrevistador en estos casos es que el candidato se exprese al máximo y pueda cometer errores. Lo mejor en estos casos es medir al máximo las palabras, detallar mínimamente los puntos que creamos más convenientes a destacar y no salirnos demasiado del esquema de entrevista que habremos preparado anteriormente.
Por último también están los entrevistadores silenciosos y metódicos. Suelen tener la entrevista muy preparada, con preguntas muy precisas en las que apenas se sale del esquema pregunta-respuesta. También es raro que las preguntas se salga de los temas laborales, muy pocas veces se preguntan cosas que estén alejadas de la vida laboral del candidato o del puesto a ocupar en la empresa. En este tipo de entrevistas lo ideal es contestar con seguridad, mantener la pauta del entrevistador e intentar resumir al máximo las respuestas.